En un clima de reflexión y alegría, los establecimientos educacionales, representados por sus delegaciones de alumnos, profesores y directores, asistieron al Templo Catedral el pasado miércoles 29 de noviembre para celebrar la Santa Misa, presidida por el arzobispo de Puerto Montt, Fernando Ramos, junto al Vicario para la Educación, P. Daniel Acuña.
El arzobispo de Puerto Montt explicó que “un colegio aspira a entregar lo mejor a sus alumnos y alumnas para que puedan adquirir no solo conocimientos, estudios, sino que también una experiencia junto a otros estudiantes que permitan proyectarse hacia la vida adulta. Por eso es tan importante los procesos de formación para adquirir una serie de herramientas para la vida”.
“La particularidad de un colegio católico no es la excelencia académica o el que tenga más infraestructura o más laboratorios donde se puedan educar estos, sino que hacer la labor diaria a la luz de la fe en Jesucristo nuestro Señor”, aseveró monseñor Ramos.