Cientos de fieles con devoción a la a la Virgen María en la advocación de Nuestra Señora de la Candelaria, se reunieron para celebrarla en las diversas localidades de la Diócesis.
Es así como a Carelmapu y Alerce llegó el arzobispo de Puerto Montt, Fernando Ramos para celebrar misas en honor a la Virgen de la Candelaria. Monseñor expresó que “en ambas localidades llegó muchas personas a expresar su búsqueda de encontrarse con la Virgen maría que es la Luz de las Naciones, eso es significa justamente la Fiesta de la Candelaria. Muchas veces vivimos en situaciones de oscuridad, de Tinieblas, difíciles en la vida de enfermedades, tristeza, problemas, ocasiones que necesitamos una luz. Las personas reconocen en la Virgen María que muestra en su hijo Jesucristo como el camino para tener una vida iluminada en el seño”r.
En su homilía dijo también “Hace algunos días hemos tenido que sufrir la pena enorme que se nos haya quemado la Iglesia, eso pareciera sepultar la esperanza, pero eso no es así poruqe la Luz de Cristo también nos dice que esta Iglesia, se va a restaurar como se estaba programando y ya está todo actividad para que se restaure. Y sabemos que la imagen de la Virgen María va a volver a la Iglesia restaurada que nos dice la esperanza en la liz de Cristo siempre vence las tinieblas, siempre vence la oscuridad. Y eso para nosotros es la alegría y esperanza, independientemente de los momentos que nos toque vivir cuando nos acercamos a la Madre del Salvador”.
Esta fiesta religiosa popular se lleva a cabo el 2 de febrero de cada año y cuya celebración se remonta, por lo menos, al siglo XVII. La imagen portaba al Niño Jesús en el brazo derecho y una candela en la mano izquierda, por lo que vino a ser designada, tras la cristianización de la isla Nuestra Señora de la Candelaria, celebrándose la primera fiesta el 2 de febrero de 1497, apenas completada la Conquista de Tenerife con la consiguiente incorporación de la isla a la Corona de Castilla.