Bendición de los Santos Oleos: “Tenemos ocasión de reflexionar de las distintas presencias que tiene el Señor en nuestras Vidas”
Con la presencia de diversas comunidades parroquiales, la Catedral de Puerto Montt se inundó de cantos y oración junto a los sacerdotes, presbíteros y religiosos de la Diócesis.
El arzobispo inició su homilía saludando al Padre Carlos Lameda quien cumplió 95 años el día de ayer y agradeció su entrega y por su servicio al Señor.
Además, durante la Misa los sacerdotes renovaron sus promesas sacerdotales con el objeto de que quede claro ante todo el pueblo de Dios que ellos a partir de su propia fragilidad y debilidad y su propia condición humana le dicen si al Señor, simplemente porque el Señor los ha llamado a cumplir este Ministerio, para que el pueblo de Dios se pueda ver beneficiado, enriquecido y alimentado por la gracia del Señor que llega a nuestra Vida.
El arzobispo de Puerto Montt, monseñor Fernando Ramos, explicó que “hoy con la bendición de los Santos Oleos tenemos ocasión de reflexionar de las distintas presencias que tiene el Señor en nuestras Vidas, un objeto muy presente en nuestra vida es el aceite, lo usamos para cocinas, los motores y muchas otras cosas, pero está presente sin embargo no lo nombramos mucho. El Seños ha querido usar el aceite como una forma simbólica para manifestar su presencia en medio de nosotros. Por eso en esta Misa bendecimos tres tipos de oleos: el primero es el oleo de los enfermos porque hay un sacramento especial, la unción de los enfermos”.
“También vamos a bendecir el aceite de los Catecúmenos, que son los que se están preparando a recibir el bautismo y que están en transición para entrar a identificarse con la persona de Jesucristo”.
“Y el tercer Oleo es el Santo Crisma, no solamente es un óleo, sino que contiene inciensos que representa el espíritu de Cristo Resucitado. Este Santo Crisma lo usamos en los sacramentos del Bautismo, de la Confirmación, del Orden. También usamos el Santo Crisma para tocar algunos objetos que queremos consagrar, por ejemplo, cuando consagramos un Templo y concretamente el altar de una Iglesia, ungimos todo el altar con Crisma”.
“De esta forma esta Misa hermanas y hermanos esta Misa es tan importante porque nos queda como señal que dios se hace presente en nuestra Vida. Los aceites tiene la particularidad de impregnar, lo que toca ahí se queda y eso es lo que quiere expresar el Señor, quien se quiere quedar con nosotros, quiere alimentar nuestra vida, quien ungirnos con su Santo Espíritu para que nosotros tengamos vida en abundancia, para que su reino y su evangelio se hagan presente y si no se hace presente no es culpa del espíritu de Cristo Resucitado es que quizás nosotros no abrimos suficientemente nuestra vida a su presencia clarificadora y transformadora”, indicó el pastor de la Iglesia de Puerto Montt.