Autoridades asisten a Te Deum en la Catedral por los 172º de Puerto Montt
Autoridades, representantes de las Fuerzas Armadas y de Orden y la comunidad de Puerto Montt se reunieron en la Iglesia Catedral Metropolitana para celebrar un aniversario más de la fundación de la ciudad de Puerto Montt.
La homilía fue presidida por el arzobispo Fernando Ramos quien explicó que “hace menos de dos siglos, este rincón de nuestro país se convertía en el lugar donde comenzaron a desembarcar miles de Alemanes en busca de un porvenir nuevo, lleno de ilusiones. Tras los colonos también se hicieron presente personas que venían de otras partes de Chile para también ellos forjar sus sueños y anhelos. Así comenzó una historia que fue tejiendo su trama entre el viento y la lluvia; distintas tradiciones y experiencias se entrelazaron para realizar una síntesis única que nos permite ver a esta ciudad como la más grande del sur de Chile”.








“Los festejos de hoy se viven en una situación particular de nuestra comunidad. Hemos tenido un año duro, con noticias desconcertantes que han puesto en tela de juicio anteriores administraciones de la ciudad. Sin embargo, lo que más ha afectado a toda la comunidad es la sensación de ruptura del tejido social, de aquello que nos une y vincula a esta ciudad. Esto produce no solo desconfianza sino también desaliento y falta de esperanza”.
“Por este motivo, celebrar un aniversario más de la fundación de esta ciudad nos lleva a reencontrarnos con los valores fundantes que tuvieron los primeros habitantes, nos lleva a redescubrir las motivaciones más profundas que movieron a las primeras generaciones, nos lleva a preguntarnos cómo recuperar el aliento y animarnos en la esperanza”.
“Escuchábamos en la lectura del Evangelio el diálogo que Jesús tuvo con un escriba, con una persona letrada en la ley de Dios, sobre cuál era el mandamiento principal para el Pueblo de Israel. Esta no era una pregunta inútil o con una respuesta descontada o evidente. Con el correr de los años, este pueblo se había llenado de leyes y normas que reglamentaban su vida en relación con Dios y los demás. En tiempos de Jesús, habían codificado 613 preceptos, algunos considerados fáciles de cumplir, mientras que otros eran considerados difíciles. Por eso, la pregunta acerca de cuál era el más importante, en el fondo está preguntando sobre qué es lo esencial en la vida. Jesús no responde con una palabra nueva, simplemente cita dos pequeños fragmentos del Antiguo Testamento, más precisamente del libro del Deuteronomio (Dt 6,5) y del Levítico (Lev 19,18 )para subrayar que lo más importante es el amor a Dios con todo lo que uno es y el amor al prójimo como a uno mismo. En el fondo, el amor es el principio estructurante para llevar una vida plena. Siglos después un gran pensador, San Agustín, diría con certeza inspirado en estas palabras: “Ama y haz lo que quieras”.
“El principio del amor, con la frescura y claridad que lo plantea Jesús de Nazareth, se puede y debe convertir en el principio rector de la vida personal, comunitaria y social de las personas. Amar a Dios con todo lo que uno es y al prójimo como a uno mismo permite articular las respuestas a los múltiples desafíos que se presentan en la actualidad en nuestra ciudad”.
“¿Cómo ordenar los recursos que se disponen? ¿cómo saber qué es urgente y qué es necesario? ¿qué es lo que realmente hace bien a la ciudad y a toda la comunidad? ¿cómo planificar y proyectar el crecimiento de esta gran comunidad? ¿cómo responder a los requerimientos que distintos ciudadanos reclaman a las autoridades? ¿cómo ordenar las opciones?”
“Estas y otras muchas preguntas pueden ser enfrentadas desde distintas ópticas o puntos de vista, desde distintos principios o motivaciones, pero lo que ciertamente puede garantizar la búsqueda del bien común y de todos es la perspectiva del amor, lo cual necesariamente nos lleva al encuentro y entendimiento entre todos”.
“Ya San Pablo lo dice en la primera lectura que hemos escuchado: “ustedes ya no son extranjeros ni huéspedes, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios … Él vino a proclamar la Buena Noticia de la paz, paz para ustedes, que estaban lejos, paz también para aquellos que estaban cerca”.
“De esta forma, los límites que a veces nos construimos entre nosotros o los muros que elevamos para separarnos, ciertamente no ayudan a construir la polis o la ciudad, mas pueden ser superados desde las palabras que Jesús nos decía: amar a los demás con el mismo amor que uno se tiene es el camino eficaz para crecer en diálogo, comprensión, entendimiento mutuo, de manera que podamos encontrar en los demás un aliado en quien confiar, un colaborador con quien construir”.
“En este nuevo aniversario de la querida ciudad de Puerto Montt, encomendamos su futuro, prosperidad y paz a nuestra Santa Patrona, la Virgen del Carmen. Que ella nos muestre el camino para encontrarnos con su hijo Jesús y nos proteja de todo mal que pueda amenazar la vida y la esperanza de las familias que habitan en esta hermosa ciudad”.
Así sea.
+ Fernando Ramos Pérez
Arzobispo de Puerto Montt